Un mundo desbordado: del colapso llega la renovación

Mientras la crisis climática se hace cada vez más profunda, la ultra derecha que niega y disminuye la profundidad de esta crisis se viene en auge. ¿Cómo está Colombia?

Les doy un par de pistas para identificar a un populista (de cualquier ideología): 1. Está en constante búsqueda de un enemigo ideológico. 2. Sobre simplifica las dinámicas sociales y económicas, haciéndolas parecer un “blanco y negro”. Pareciera que el mundo está poblándose cada vez más de estos, mientras la cohesión social continúa agrietándose y pareciera que estamos entrando en una época de una profunda desesperanza por parte de la humanidad hacia el futuro.

Mientras la crisis climática se hace cada vez más profunda, la ultra derecha que niega y disminuye la profundidad de esta crisis se viene en auge. Hoy es casi imposible encontrar un país en el que la política no parezca una guerra llena de polarización y resentimientos. 

Lo que hoy sucede en el mundo (y en Colombia) evidencia una verdad que cada vez es más clara: Que el actual sistema multilateral, económico y político no está logrando atender a los retos de las presentes generaciones. Este falla del sistema luego se manifiesta en todo lo que estamos viviendo: los distintos bloques y estamentos de la sociedad echándose la culpa entre sí, la mentira y la manipulación como la estrategia mediática por excelencia para adoctrinar a la sociedad y un planeta en donde el impacto ambiental continúa aumentando y aumentando. Todo parece desenfrenado.

Pero de toda crisis viene la incepción de una diferente manera de hacer las cosas. En el mundo del estudio de sistemas, se habla de “panarquías”, como la manifestación de los ciclos humanos, donde el potencial de conservación y mantenimiento de cualquier “sistema” empieza a desmoronarse poco a poco, para abrir paso a una nueva manera de organizarnos y de hacer las cosas.

A través del mundo miles de comunidades se han dado cuenta que el sistema económico y social hegemónico es incapaz de incapaz de cumplir sus promesas de bienestar para el humano, o los Objetivos de Desarrollo Sostenible. También que el actual sistema le está costando a la humanidad la capacidad de regenerarse hacia el futuro, pues la degradación del planeta ha llegado a tal punto de poner en jaque nuestros sistemas sociales.

Esta verdad, evidente para cualquiera que busque mirar las cifras con objetividad empieza a crear nuevas maneras de organizarnos y entender el mundo; a través de distintas latitudes. Han surgido nombres como la economía del donut, el Buen Vivir, El Gran Giro, Post-crecimiento, ecofeminismo, La política de la pertenencia, etc. Pero, no sorpresivamente, todas apuntan hacia lo mismo: Construir un sistema económico y social en donde el lucro económico no sea la estrella polar, el volver a encontrarnos con la suficiencia y relacionarnos con el mundo vivo no humano desde una comprensión holística y respetuosa.
El gran antropólogo colombiano Arturo Escobar plantea como una introducción al nuevo mundo que se avecina el concepto del “poliverso”, donde los países del Sur Global se desprenden de las cadenas de la ideología desarrollista que marcó el Siglo XX y lo que ha venido del XXI, para buscar sus propios caminos y cultivar sus propias sociedades. Todavía es muy pronto para saber hacia dónde se inclinará la balanza de éste convulsionado mundo, pero veo en éstas nuevas narrativas una posible convergencia que pueda tender hacia lo que el planeta desesperadamente necesita: Una nueva narrativa.

Por: Daniel Gutiérrez Patino

Comparte en:

También puede gustarte