¿Cuál es el futuro de los mercados de carbono?

Se ha determinado que al menos el 90% de los créditos de carbono no cumplen con los criterios metodológicos para ser considerados fiables. ¿Cómo se ve el futuro para estos?

Este fin de semana estuve viendo un debate en la Universidad de Oxford sobre el futuro de los créditos de carbono, ante la crisis reputacional en la que se encuentra este mercado, ya que se ha encontrado que la mayor parte de los bonos no cumplen con los criterios metodológicos para ser considerados fiables, más del 90%.

Actualmente más del 95% de los créditos vienen de emisiones evitadas, no directamente de remociones. Remociones significa que hay una captura de carbono que previamente estaba en la atmósfera, mientras los créditos por emisiones evitadas son por dejar de hacer actividades que podrían llegar a generar nuevo carbono en la atmósfera.

Para equilibrar las emisiones de nuestro sistema productivo es imperativo que cada vez sean más las remociones, pues estas son las que realmente capturan nuevo carbono en la atmósfera. La imperiosa necesidad de que el mercado de carbono pase de emisiones evitadas a remociones es evidente para todos los que han puesto atención a las cuentas sobre cómo llegar al cero neto que busca el Acuerdo de París, para lograr un mundo vivible.

Ahora bien, ¿Qué significaría cultivar un mercado de carbono basado en remociones y confiable? Se argumenta que esto significa que para eso tendríamos que pasar a tecnologías industriales pesadas para lograrlo, como la captura de carbono en el aire y la captura y almacenamiento en fábrica de carbono, ya que el almacenamiento de estas se considera que tiene mucha mayor permanencia. Esta es una dura crítica al mercado de carbono como se conoce hasta ahora, que está basado en soluciones basadas en la naturaleza.

El argumento es: para que un crédito de carbono realmente compense una emisión, este necesitaría quedarse en la atmósfera por miles de años, lo cual es imposible asegurar mediante soluciones basadas en la naturaleza. Esto pone a los países del sur global, sobre todo a aquellos que consideramos que los servicios de nuestra naturaleza como una potencial fuente de capital, en una situación peliaguda.

El conocimiento científico y técnico, así como las principales inversiones en el campo de las remociones permanentes se están haciendo desde los países más industrializados del norte global. Así bien, así como las empresas de los países industrializados han dominado el escenario del comercio internacional, si se cumplen las recomendaciones de la comunidad académica sobre virar hacia remociones de largo plazo, pareciera que los beneficiados pueden ser nuevamente estos mismos países, contribuyendo aún más a la división norte/sur.

Los países del Sur tendremos, cada vez más, que concentrarnos en los otros servicios que da nuestra naturaleza y no únicamente el carbono capturado. Recomiendo alejarnos de posiciones demasiado ideológicas sobre la moralidad de los créditos de carbono para exigir que las tecnologías vanguardistas de captura de carbono no ahonden las desigualdades actuales del mundo y que nosotros también tengamos acceso a estas.

Por: Daniel Gutierrez Patiño

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